¿Qué duda cabe? Hace ya una década Chile perdió el rumbo y el ritmo y hoy urge empezar a recuperar el tiempo perdido. Entre 1986 y 1997 vivimos doce años de “vacas gordas”, durante los cuales:
1.- Chile crecía sobre el 7.3% anual, casi duplicando la tasa de crecimiento de América Latina y el mundo, y avanzábamos firmemente hacia ser un país desarrollado y sin pobreza para el Bicentenario.
2.- Recuperamos sabia y pacíficamente la democracia y mejoramos sustancialmente la calidad de la política, convivencia y amistad cívica.
3.- La innovación y el liderazgo permitieron grandes emprendimientos en el campo de las modernizaciones del Estado y la sociedad y
4.- En el mundo se hablaba del “Milagro Chileno”.
Sin embargo, todo cambió a partir del 98’, y a pesar de habernos beneficiado de tiempos gloriosos en materia de crecimiento de la economía mundial, precio del cobre, términos de intercambio y tener tratados de libre comercio con las principales economías del mundo, hoy estamos completando once años de “vacas flacas” en que:
1.- El crecimiento económico cayó a la mitad y por debajo del crecimiento promedio de América Latina y el mundo y se posterga la esperanza de ser un país desarrollado y sin pobreza.
2.- Se ha deteriorado la calidad de la democracia, la política, el Estado de Derecho, el orden y seguridad pública y la convivencia.
3.- Hemos experimentado serios retrocesos en materia de delincuencia y corrupción y se mantiene el estancamiento en la calidad de la educación y salud.
4.- El espíritu de innovación y emprendimiento se ha debilitado y en el mundo ya se habla del “la siesta o estancamiento chileno”.
Para enmendar el rumbo y recuperar el tiempo perdido se requiere mucho más que promesas o buenas intenciones. Es necesario reconocer el problema y sus verdaderas causas, tener la firme voluntad y coraje para implementar las políticas adecuadas y generar un clima de diálogo, buena voluntad y acuerdos para evitar que las necesarias reformas aborten antes de nacer o naufraguen en medio de la guerra de descalificaciones y demagogia.
A la luz de este diagnóstico, y sin desmerecer los avances logrados en otos campos, es útil analizar algunos hechos que han acaparado la atención de los medios de comunicación en las últimas semanas e intentar sacar lecciones de los mismos.
1.- Conflicto Codelco-Subcontratistas: ¿Por Quién Doblan las Campanas?
Algunos han tratado de dar contenido ético y de equidad a este conflicto como si fuera entre los ricos: “Codelco”, y los pobres: “los trabajadores subcontratistas”. Pero la verdad es otra. La inmensa mayoría de los trabajadores subcontratistas de Codelco tiene remuneraciones y beneficios muy superiores al promedio de los trabajadores chilenos y lograron el año pasado, con la complicidad del Ministro del Trabajo, sobrepasando la Ley Laboral, haciendo uso y abuso de la violencia, imponer una negociación a costa de Codelco, la que debió absorber pérdidas millonarias por la violencia que paralizó sus yacimientos y asumir los mayores costos impuestos a las empresas contratistas y subcontratistas.
Hoy la historia se repite. Nuevamente, con la participación del Ministro del Trabajo, la debilidad y ambigüedad del Gobierno y la violencia desatada de grupos minoritarios de trabajadores subcontratistas han infligido a Codelco pérdidas que superan largamente los U$150 millones, han pisoteado la libertad de trabajo de los trabajadores de Codelco y empresas contratistas, han destruido propiedad pública y privada y han paralizado y tenido como verdaderos rehenes a los yacimientos de Codelco y a ciudades enteras como El Salvador. Adicionalmente, Codelco está en graves problemas.
La principal razón es su alarmante pérdida de productividad y competitividad tanto a nivel nacional como internacional y se refleja en:
1.- Estancamiento de la producción en los últimos 4 años e importantes pérdidas de participación de mercado en relación a las mineras privadas.
2.- Incremento de costos que superan el 110% en los últimos 6 años, muy por encima del resto de la industria cuprífera.
3.- Rentabilidad promedio sobre el patrimonio muy inferior a la minería privada. Todos estos antecedentes, si queremos evitar un nuevo ENACAR o EFE, hacen necesario e impostergable una profunda modernización institucional, operativa y financiera de Codelco, la empresa de todos los chilenos y que financia una parte significativa del gasto público y social en beneficio de los más necesitados.
2.- Ferrocarriles del Estado: ¿Crónica de un Fracaso Anunciado?
Más allá de los vergonzosos actos de corrupción, que tienen hoy formalizados por la justicia por múltiples delitos al ex presidente de EFE y sus principales ejecutivos, cabe preguntarse ¿Quién diseñó y promovió el plan trienal 2003-2006 de EFE que involucraba cifras superiores a los U$1200 millones? ¿Quién evaluó la rentabilidad económica y social de tan magna inversión y dónde está el estudio respectivo? ¿Tenía el ex presidente de EFE y sus principales ejecutivos la formación técnica-académica y la experiencia empresarial necesarias para encabezar dicho proyecto?
¿Quién hizo el control y fiscalización necesarios durante el desarrollo del proyecto? ¿Por qué el Gobierno actual descartó el proyecto sin dar ninguna explicación clara y creíble al país? Si el proyecto era tan bueno como dice Ricardo Lagos, ¿Por qué se paró? ¿Por qué las estaciones de tren al sur fueron inauguradas –con bombos, cámaras y platillos- por Lagos días antes de las elecciones presidenciales del 2005, cuando ya el proyecto hacía agua por todos lados? ¿Quién responde por los U$1200 millones perdidos por un irresponsable entusiasmo presidencial o por ejecutivos incompetentes en la administración de los recursos de todos los chilenos?
3.- Acusación Constitucional contra la Ministra Provoste: ¿Un Precedente Necesario?
La Acusación Constitucional contra la Ministra Provoste no fue por su condición de mujer, nortina, origen diaguita, ni mucho menos por sus conductas piadosas que observamos profusamente en los canales de televisión.
Fue porque, como Ministra de Educación hizo una muy mala gestión, no cumplió ni hizo cumplir las leyes como lo mandata la Constitución y amparó un gigantesco desorden administrativo, contable y financiero, no exento de actos de corrupción, lo que constituye claramente una causal de Acusación Constitucional.
Me causaba sorpresa e indignación escuchar a personeros de la Concertación decir que la acusación era improcedente porque no se había acreditado que los 262 mil millones de pesos en situación irregular hubiesen sido robados.
¡Por favor!, en ese caso lo que correspondía era no sólo una Acusación Constitucional, sino también una querella criminal.
En el plano humano, lamento las consecuencias para Yasna Provoste de su destitución como Ministra. Pero pienso que la decisión del Senado es positiva para la calidad de la Educación, el futuro de los jóvenes y, especialmente, para Chile, porque significa un buen precedente y restablece el significado y sentido de la competencia profesional y responsabilidad con que se debe dirigir todo ministerio y ejercer la función pública.
Pienso que un gobierno verdaderamente preocupado de la calidad de la educación, en lugar de proteger a un ex-seremi o una ex ministra, debió haber protegido a los niños y jóvenes chilenos, garantizándoles una educación de calidad, de la que hoy carecen y que necesitan y merecen en la sociedad del conocimiento en que hoy viven.
4.- Escándalo Curepto: ¿Una Enfermedad Heredada y Contagiosa?
El escándalo de la “Inauguración-Tongo” del Hospital de Curepto, donde la Presidenta Bachelet –nuevamente con bombos, cámaras y platillos- inaugura un hospital sin camas ni equipamiento médico y con enfermos inventados, no sólo constituye un engaño a la ciudadanía, sino también es parte de un estilo heredado del gobierno de Lagos cuyas “Inauguraciones-Tongos-Electorales” incluyen: el tren fantasma al sur, el desastroso Transantiago, las cárceles concesionadas abandonadas, el puente imaginario sobre el Canal del Chacao, la pavimentación fallida de la Alameda, los tribunales familiares colapsados y podríamos seguir…
En el caso del Hospital de Curepto, además se dilapidaron los recursos públicos de todos los chilenos, pues el hospital se construyó con gruesos errores estructurales (los equipos médicos no entran por los pasillos y puertas, los techos no resisten el peso de las lámparas y otros equipos médicos y el hospital aún no tiene su autorización sanitaria indispensable para operar).
¿Cómo el Gobierno no se percató en absoluto del “Tongo” antes, durante y después de la inauguración? La primera reacción de La Moneda no fue informar la verdad al país sino intentar blindar a los máximos personeros del Ministerio de Salud y del equipo de avanzada presidencial.
6.- Acto en la Escuela de Quilicura: ¿Mala Conducta?
La utilización de niños de escasos recursos en horario escolar y de medios municipales en un acto político-proselitista, con discursos violentos y descalificatorios por parte de la ex ministra Provoste y la presidenta de la DC es realmente inaceptable.
También es grave el intento de ocultamiento –revelado por la propia alcaldesa DC de Quilicura, quien denunció que el acto fue ideado y orquestado por la propia presidencia de la DC.
“Seamos Mejores y Los Tiempos Serán Mejores”
Sin duda, los casos analizados demuestran que vamos por mal camino y urge enmendar el rumbo. Hasta ahora el Gobierno ha tenido más bien una agenda de gastos de recursos públicos que una de innovaciones y modernizaciones.
El precio del cobre y el espectacular incremento de ingresos fiscales que de él se deriva, actúan como la morfina que mata el dolor pero no cura la enfermedad. Chile hoy debiera aprovechar parte de los casi U$30.000 millones de excedentes públicos ahorrados en el exterior para llevar adelante un “Plan Marshall”, es decir un plan extraordinario de inversión y fortalecimiento de 7 pilares que nos permitan construir sobre roca y dar un gran salto adelante hacia un desarrollo sólido y sustentable, de forma de construir las verdaderas riquezas del futuro y no caer en la tentación de “pan para hoy y hambre para mañana”.
1.- La calidad del capital humano: educación, capacitación y entrenamiento para la sociedad del conocimiento.
2.- La derrota de la pobreza y el logro de una mayor igualdad de oportunidades y cohesión social, que garantice a todos la seguridad de un piso digno y la oportunidad de un techo sin límites.
3.- La inversión en innovación, ciencia y tecnología.
4.- La calidad del Estado, instituciones y políticas públicas, el Estado de Derecho y el espíritu constructivo y responsable de los actores públicos.
5.-La flexibilidad de la sociedad y la economía para adecuarse a un planeta global y dinámico, que ofrece todas las oportunidades del mundo a un país como Chile, pero no tendrá -ni merecemos- paciencia alguna si nos autocondenamos a la mediocridad y dedicamos nuestros mejores esfuerzos a una lucha estéril y fraticida entre nosotros mismos.
6.- Las ganas, la voluntad, la sana ambición, la valoración del emprendimiento , el trabajo bien hecho y el logro.
7.- El proyecto compartido de querer intensamente ser un país desarrollado no sólo en lo económico, sino también en la igualdad de oportunidades, la cultura, el respeto por la naturaleza, la calidad de la convivencia y los valores y el respeto por lo derechos y la dignidad de todo ser humano.
Después de todo, nada une tanto a un pueblo como un proyecto ambicioso factible y compartido por todos.
Parafraseando al gran Emile Zola: YO ACUSO que no estamos haciendo ni lo que podemos ni lo suficiente para fortalecer estos pilares básicos. En algunos permanecemos estancados y en otros francamente retrocedemos.
Para tomar el “toro por las astas” y empezar a recuperar el tiempo perdido haríamos bien en recordar a San Agustín: “Los tiempos son como los hacen los hombres. Seamos mejores y los tiempos serán mejores”. De eso se trata la esencia de nuestra propuesta de Un Nuevo Trato con Chile.
Fuente : www.chilecontodos.cl
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