domingo, 27 de enero de 2008

Elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2008

Las elecciones a Presidente de los Estados Unidos de 2008 tendrán lugar el próximo 4 de noviembre de 2008. Las elecciones determinarán a los electores del Colegio Electoral de Estados Unidos y el candidato presidencial que reciba una mayoría de votos (al menos 270) por parte del Colegio Electoral será el 44º Presidente de los Estados Unidos, mientras que el candidato vicepresidencial que obtenga mayoría de votos será el 47º Vicepresidente de Estados Unidos. Si ningún candidato presidencial obtuviera una mayoría de votos del Colegio Electoral, el presidente sería electo por la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, que votaría por Estados, y a cada Estado le correspondería un voto. Asimismo, si no se produjera mayoría en votos para el cargo de vicepresidente, el Senado de los Estados Unidos sería el encargado de elegirlo, votando mediante cédulas.

Tal y como ocurrió en las elecciones presidenciales de 2004, la asignación de los votos electorales a cada estado se basará parcialmente en el censo de Estados Unidos correspondiente al año 2000. El presidente y vicepresidente electos tomarán posesión de los cargos el martes 20 de enero de 2009.
Características de la elección presidencial de 2008 [editar]
Primeras elecciones sin titulares actuales en 80 años [editar]Cuando un presidente deja el cargo, a menudo se considera al vicepresidente como su sucesor legítimo, al menos ante su partido político.

En las últimas tres administraciones presidenciales con un presidente saliente tras dos mandatos (las de Eisenhower, Reagan, y Clinton), el vicepresidente correspondiente asumió inmediatamente la carrera para la presidencia (Richard Nixon perdió las elecciones presidenciales en 1960, George H. W. Bush las ganó en 1988, mientras que Al Gore perdió las celebradas en 2000).

En las elecciones presidenciales de 1968, Lyndon Johnson decidió al principio buscar la reelección. Se presentó a las primarias de New Hampshire y ganó, pero posteriormente, en un discurso televisado a nivel nacional, anunció que no buscaría la reelección. El entonces vicepresidente Hubert Humphrey decidió presentarse y se convirtió en el candidato por el Partido Demócrata.

El resto de los últimos vicepresidentes, como Dan Quayle y Walter Mondale han participado también en la carrera hacia la Casa Blanca en diversas ocasiones. Mondale sucedió como candidato de su partido a su presidente Jimmy Carter, tras su primer y único mandato. Sin embargo, Quayle no consiguió ganar las elecciones a la presidencia.

El vicepresidente actual de Estados Unidos, Dick Cheney, anunció en 2001 que nunca se presentaría a la elección, afirmación que reiteró en 2004. Durante el programa Fox News Sunday, Cheney declaró: "Lo diré tan claro como pueda hacerlo... Si salgo nominado, no me presentaré; si salgo elegido, no tomaré posesión del cargo."[1] La carrera hacia la Casa Blanca de 2008 no contará, de esta manera, con ningún candidato titular de un cargo en la actualidad, siendo unas elecciones “abiertas” en la que ni el presidente ni el vicepresidente actuales serán candidatos.

Asumiendo que Cheney no cambiará de parecer, las elecciones de 2008 se convertirán en la primera ocasión desde 1928 (80 años) en la que ni el Presidente ni el Vicepresidente participarán en la carrera por la presidencia.


"Las elecciones más caras de la historia de Estados Unidos" [editar]En enero de 2007, el presidente de la Comisión de Elecciones Federales, Michael Toner, afirmó que las elecciones presidenciales estadounidenses de 2008 se convertirán en “las más caras en toda la historia americana”.[2] Toner estimó que las elecciones de 2008 serían unas “elecciones de 1 billón de dólares” y que para que se le tome en serio, un candidato necesitará reunir al menos 100 millones de dólares para finales de 2007.

Los costes de las campañas presidenciales han aumentado de manera significativa en los últimos años. Una fuente informó que si se unen los costes de las campañas (para las primarias, las generales y las convenciones políticas) tanto del partido demócrata como del republicano, estos costes han experimentado un incremento de más del doble en ocho años ($448,9 millones en las elecciones presidenciales de 1996, $649,5 millones en las elecciones de 2000, y $1.016,5 millones en las elecciones de 2004

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